El Gato Maine Coon es originario de Nueva Inglaterra, oriundo de Maine, donde era un popular gato de granja y, muy probablemente, un gato de barco, al menos hasta principios del siglo XIX. Poco se sabe de sus orígenes. Algunos dicen que los vikingos lo trajeron a América del Norte, siglos antes de que Colón navegara por el océano, otros que es descendiente de gatos de pelo largo pertenecientes a María Antonieta, enviados a América.
Hay que tener en cuenta que es un gato relativamente grande. La mayoría de los Maine Coons pesan de 4 a 8 kilos (los machos son más grandes), y algunos pueden llegar a acercarse a los 10 kg.
No alcanzan su tamaño completo hasta que tienen entre tres y cinco años.
El afable Maine Coon se adapta bien a muchos estilos de vida y personalidades. Le gusta estar con la gente y tiene la costumbre de seguirlos, pero no es un animal dependiente.
No suele ser un gato faldero, pero le gusta estar cerca la gente de casa. Es también un excelente ratonero. Ningún roedor estará a salvo en un hogar donde resida un Maine Coon. Incluso si no tienes ningún ratón para que lo persiga, el Maine Coon mantendrá sus habilidades agudas persiguiendo juguetes y agarrándolos con sus grandes patas.
Es un excelente escalador, pero por lo general prefiere permanecer al nivel del suelo.
También es muy inteligente y aprenderá trucos de forma más rápida que otros gatos.
Sin ser especialmente ruidosos, hacen cualquier petición con un suave gorjeo.
A pesar de la longitud del pelaje del Maine Coon, este tiene una textura sedosa que no se enreda fácilmente si se asea regularmente.
Es fácil cuidarlo con un peinado dos veces por semana para eliminar el cabello muerto y distribuir los aceites de la piel.
Limpia las esquinas de los ojos con un paño suave y húmedo para eliminar cualquier impureza. Usa un área diferente del pañuelo para cada ojo para que no corra el riesgo de propagar ninguna infección.
Revisa las orejas semanalmente. Si están sucias, límpialos con un palito de algodón o un paño suave humedecido.
Es una buena idea mantener un Maine Coon como un gato solo para interiores para protegerlo de las enfermedades transmitidas por otros gatos, los ataques de perros y otros peligros que enfrentan los gatos que salen al aire libre.
El Gato Maine Coon es originario de Nueva Inglaterra, oriundo de Maine, donde era un popular gato de granja y, muy probablemente, un gato de barco, al menos hasta principios del siglo XIX. Poco se sabe de sus orígenes. Algunos dicen que los vikingos lo trajeron a América del Norte, siglos antes de que Colón navegara por el océano, otros que es descendiente de gatos de pelo largo pertenecientes a María Antonieta, enviados a América.
