El Gato British Shorthair es una raza que proviene de Gran Bretaña. Es descendiente de los cruces resultantes entre los gatos que llevaron los romanos a Britania y los gatos que ya habitaban la isla por aquel entonces. Eran valorados por su fortaleza física y su maña para la caza, pero con el paso del tiempo fueron adquiriendo mayor importancia por su comportamiento afable y tranquilo, así como por su lealtad al hombre.
Los British Shorthair son de tamaño mediano y grande, con un porte musculoso y majestuoso. Las patas son cortas y robustas, con pies redondos.
La selección ha potenciado acentuar los volúmenes para conferirle un aspecto robusto. Así pues encontramos una gran cabeza redonda; nariz recta, corta y ancha y grandes mofletes que le dan un aspecto de peluche. Los ojos grandes, separados y redondos, son de colores intensos, en concordancia con el manto. Las orejas son pequeñas y están separadas entre si. La cola es ancha en la base y se afina hasta la punta, que es redondeada.
El denso pelaje de esta raza, que no se adhiere al cuerpo, consta también de subpelo de aspecto lanoso que le protege.
El pelo, que no se adhiere al cuerpo, es más denso y sedoso que el de un gato común de pelo corto, y posee una textura muy compacta.
El British es un gato muy sociable al que le encantan las caricias y los mimos. Es dependiente de sus dueños, a los que sigue en busca de atención y juegos. Aunque, como a todos los gatos, también les gusta la vida tranquila y contemplativa, observando a su alrededor. Su carácter social hace que se lleven muy bien con otros gatos e incluso su relación con los perros también puede ser buena.
Las capas que podemos encontrar en el British Shorthair abarcan una gran variedad de colores y tonos, desde el blanco al negro, pasando por azul, rojo, crema, tricolor, chocolate, lila, cinnamon, entre otros.
Además de colores sólidos, podemos encontrarlos en distintos patrones: bicolor, arlequín, tabby y también shaded.
En general, el color de ojos para los mantos de color sólido y a menudo tabby es el cobre, aunque en ocasiones podemos encontrar otras variedades de color de ojos (azul, verde, turquesa, marrón, etc.)
No es una de las razas que requiera grandes cuidados para su mantenimiento, bastará con una atención básica, alimentación y bebida fresca a diario y un cepillado periódico para eliminar el pelo muerto y evitar así que lo ingiera cuando se acicale.
El Gato British Shorthair es una raza que proviene de Gran Bretaña. Es descendiente de los cruces resultantes entre los gatos que llevaron los romanos a Britania y los gatos que ya habitaban la isla por aquel entonces. Eran valorados por su fortaleza física y su maña para la caza, pero con el paso del tiempo fueron adquiriendo mayor importancia por su comportamiento afable y tranquilo, así como por su lealtad al hombre.